
Imagen 1. Ovni. Foto extraída de aquí.
Tal día como hoy el caudillo se encontraba pasando unos días de caza en la Encomienda de Mudela acompañado de su mujer, Carmen Polo, de su yerno, el marqués de Villaverde, junto con otros invitados. Se hacían cargo de la seguridad del castillo los miembros de la VI Compañía de la Guardia Civil, quienes vigilaban, estacionados en cuatro puntos diferentes. Además se había establecido un segundo cinturón de protección, con otros miembros del instituto armado español, estos distribuidos en cinco zonas.

Imagen 2. Exterior del castillo de Mudela en Viso del Marqués (Ciudad Real).
A las once de la noche Franco y sus invitados continuaban de tertulia porque las luces del castillo permanecían encendidas. En ese mismo momento D. Isidro Pradas Toledo, guardes de la finca, sale del castillo para dirigirse a su residencia, una casa situada a poco mas de cien metros del palacete. De repente observa en el cielo algo fuera de lo normal, extraordinario. Esta fue la declaración del guarda al periodista J. J. Benítez y que se recoge en uno de los capítulos del libro ‘Franco Top Secret’ de José Lesta y Miguel Pedrero.
«…de pronto, cuando caminaba hacía mi casa, vi aquello. […] Eran cuatro luces. Pasaron por mi vertical. Marchaban despacio y no a demasiada altura. […] Eran silenciosas, volaban en una formación perfecta. Dos en cabeza y otras dos atrás. La separación entre ellas no era muy grande. […] Brillaban intensamente, con un color blanco importante. […] Me quedé mirando embobado. Y pasaron despacio, sin prisas. Llevaban dirección Almagro, y las vi caer por la finca que llamamos Casa Lato. […] Y desaparecieron. A los quince minutos, más o menos, bastante confuso retorné al castillo. Y recuerdo que se lo comenté al conductor del Caudillo y también a Don Federico Pajares, el ingeniero. Estaban jugando a las cartas, pero al parecer, nadie había visto nada. Entonces sucedió algo raro. […] Franco había solicitado un electricista. La lámpara del techo del dormitorio acababa de fundirse, y provisto de mis herramientas subí hasta las habitaciones del general. Doña Carmen estaba en la cama, leyendo. Franco me pidió un destornillador e intento soltar los tornillos del enchufe. No fue posible. Le dije que me dejara intentarlo. Tampoco pude. Y se fue la luz. A decir verdad, nunca entendí aquel apagón. Total, que el Caudillo paso su brazo por mi hombro y comento: “¡Que artistas somos!”»

Imagen 3. Gif de wix.
Parece que hubo otro testigo de la extraña presencia y eso que ya habían pasado varias horas del primer avistamiento. En este caso, el protagonista fue un capitán de la Guardia Civil:
«Nada más pisar el recinto que rodea el palacete, el cabo me salió al encuentro y dijo: “Sin novedad, mi capitán, salvo que tenemos compañía”. Y señaló con la cara hacia el cielo. Al seguir la dirección indicada vi las luces. […] Eran cuatro y aparecían inmóviles sobre nuestra vertical. […] Dos presentaban un mayor tamaño. Eran blancas y muy brillantes. […] Los guardias, según me explicaron, las habían visto llegar poco antes, y allí permanecían, silenciosas. […] Encendimos un cigarrillo y comentamos el asunto, sin dejar de mirar. […] Y en eso estábamos cuando, súbitamente, dos de las luces se hicieron mas grandes, por lo que interpretamos que habían descendido. […] Al instante se detuvieron de nuevo […] y comentamos entre nosotros: “¿Serán reflejos?” Al momento, como si nos hubieran oído, una de ellas emitió un haz de luz hacia el suelo. [Entonces] los cuatro ovnis se pusieron en movimiento, alejándose en dirección a Madrid […] y lo hicieron a gran velocidad, sin ruido ni estampido alguno. Desde luego volaban más rápidos que un caza. […] ¿Duración? Alrededor de quince o veinte minutos. […] El responsable era yo y no consideré oportuno llamar a Madrid. Ignoro si el Mando de la Defensa los detectó en sus radares. […] A la mañana siguiente lo comentamos con el resto de la gente, y fue entonces cuando el guarda lo asoció a lo que el había visto unas horas antes. […] Nadie, insisto, se atrevió a decírselo al Caudillo. Franco salió de caza y no hubo mas comentarios».

Imagen 4. Franco cazando, foto extraída de aquí.
¿Qué sucedió realmente? ¿Qué fue lo que vieron?
¿Eran aparatos militares, algún avión?
En la web del Centro de Estudios Ufológicos este caso aparece como desclasificado por la Fuerza Aérea Española en 1992 por imperativo legal, podéis consultarlo aquí.
Se ha especulado con la probabilidad de que se tratara del vuelo experimental de algún tipo de avión militar secreto perteneciente a alguna de las dos superpotencias del año 1971: la URSS o los Estados Unidos. ¿Acaso los objetos voladores pretendían espiar o al menos alarmar al Caudillo? Muchos interrogantes que no se han conseguido despejar.